Sorprendentemente, el actual gobierno de México goza de una tolerancia, paciencia y comprensión que ningún otro gobierno que yo recuerde. El gran nivel de apoyo que la mayoría de la gente le ha dado y el escaso nivel (por no decir nulo) de crítica u oposición que ha recibido es difícil de entender. Ahora resulta que todo lo que hace el gobierno está bien y es justificable, y por el contrario, nada de lo que hace o deja de hacer está mal, y si lo estuviere, se le perdona ¿Pues qué no era al revés?
Tal vez sea porque hasta el momento no se han visto reflejadas las consecuencias de las pérdidas multi millonarias en dólares que la decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México acarrea, ó tal vez porque tampoco se ha pasado a mayores (aunque no sé qué más tenga que pasar) por el desabasto de gasolina y la farsa de la lucha contra el robo de combustible, ó será que a nadie le importó o se enteró de las repercuciones que puede tener la creación de la Guardia Nacional, el despido masivo de trabajadores tampoco parece molestarle a alguien.
Lo cierto es que por mucho, pero mucho menos que esto, otros gobiernos han enfrentado una enorme y hasta violenta reacción por parte de la población. Casualmente ahora todos están muy contentos y comprensivos con la racionalización de la gasolina, haciendo largas filas, perdiendo horas y horas de su vida para cargar $500 pesos del combustible, cuando antes, se daban multitudinarias protestas, incendiaban gasolineras, cerraban carreteras y hasta saqueaban tiendas, sólo porque subía 10 centavos. Ahora que ni siquiera hay gasolina... nada.
Las voces rabiantes que se ofendieron por 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, ahora brillan por su ausencia ante las más de 100 personas fallecidas en la explosión de Tlahuelilpan. Aquellos que culparon al gobierno de Enrique Peña Nieto en aquel entonces, ahora justifican al de López Obrador diciendo que los que murieron se lo merecían por rateros.
¿Y qué me dicen de los férreos oponentes al gobierno de Felipe Calderón cuando se le ocurrió que el ejército se hiciera cargo del combate contra el narcotráfico? Bueno, pues ahora resulta que el ejército no sólo va contra los narcotraficantes si no que ahora va a realizar tareas de seguridad bajo el manto de la Guardia Nacional, va a la lucha contra huachicoleros, va a resguardar instalaciones de PEMEX, cuidar ductos, escoltar pipas, y hasta ¡construir aeropuertos y condominios de lujo! y todo eso ¡¿¡sí está bien!?!
Se ha comprobado que el actual gobierno puede hacer y deshacer lo que sea y como sea siempre y cuando use los discursos de austeridad y anti-corrupción como bandera. Así, ha podido:
- Organizar consultas amañadas para justificar acciones del gobierno y no hacerse responsables de ellas.
- Despedir a miles de trabajadores sin compensación y bajarle el sueldo a otros tantos para repartir ese dinero entre su base social para comprar voluntades, y todos muy contentos.
- Mentir sin rubor sobre la estrategia contra el robo de combustible, cuando ha sido confirmado por la propia secretaria de energía que efectivamente hubo una reducción de 49% de importación de gasolina.
- Ocultar y postergar información acerca del accidente del helicóptero en el que viajaban opositores al actual régimen, ya que las explicaciones que han dado hasta el momento lejos de despejar las dudas y más bien parece que apuestan a la confusión y apelan al olvido.
- Culpar a la corrupción de gobiernos anteriores de la tragedia en Tlahuelilpan, pero no perseguir a los responsables del robo de combustible y ni siquiera mencionar a los narcotraficantes que se dedican a esto.
- Comprar a Estados Unidos cientos de vehículos para transportar gasolina sin un proceso transparente de compra bajo el argumento de que ellos sí pueden saltarse todos los protocolos porque es una "emergencia" y ellos no son corruptos. Y yo me pregunto, ¿si todo era parte de una estrategia, porqué es una emergencia?
- Utilizar al ejército como le venga en gana después de que él mismo los acusó de reprimir al pueblo.
- Aquí usted puede agregar lo que quiera a un largo etcétera....
Como decíamos anteriormente, y coincidiendo con muchos analistas, otros gobiernos ya hubieran enfrentado la furia del "pueblo bueno" por mucho menos que todo esto que estamos viviendo actualmente. Pero increíblemente, esos integrantes del pueblo bueno, de la noche a la mañana se convirtieron o desaparecieron. Algo mágico sucedió en donde pasaron de oponerse a todo lo que hace el gobierno, a apoyarlo incondicionalmente. Pasaron de dudar absolutamente de todo lo que viniera del gobierno, a creer casi por acto de fe y ciegamente en todo lo que les dicen aunque no tenga sentido. La prensa incisiva en contra de otros gobiernos, ahora se ha vuelto cómplice y voceros oficiales, la oposición no existe, y los empresarios temerosos de que les quiten lo suyo, se muestran comprensivos, aplauden y respaldan las acciones, cualesquiera, de este gobierno. Total que todos muy contentos.
Lo cierto es que en el humor social siempre ha habido un factor constante. El ahora presidente, en el pasado se encargó de atizar el fuego en contra de cualquier gobierno con tal de generar ganancia política. Primero con el PRD y después con su movimiento MORENA logró formar una base que se podía movilizar rápidamente y con suficiente ruido para generar un clima y una imagen de "descontento social" que prendió como pólvora entre la población en general. Se sembró en el colectivo la idea de que México no podía estar peor y que estaba al borde del estallido social, y todo con el único afán de llegar al poder. Tomó más de una década, pero al final se comprueba que desde el movimiento contra su desafuero, pasando por el plantón de reforma, su toma de protesta "legítima", el NO + SANGRE, el #YOSOY132, los saqueos a tiendas bajo el pretexto del aumento de la gasolina, hasta los 43 de Ayotzinapa, fueron ideados, usados y manipulados con fines político-electorales. Sólo así se explica que antes todos estaban muy enojados, y hoy, no hay un sólo movimiento que se esté manifestando en contra de este gobierno, por el contrario, todos se ven muy contentos ¿Será que no tengan alguien que los organice? ó más bien ¿los han organizado para ser alcahuetes del gobierno?
Las consecuencias de todo lo que está aconteciendo hoy van a tardar en hacerse notar, porque a pesar de lo mal que lo hicieron los gobiernos anteriores, dejaron un muy buen colchón tanto en imagen como país de inversión, como en finanzas públicas para que el país pueda soportar una y otra vez los errores del gobierno en turno, y da hasta para repartir dinero como si fuera gratis. El problema es que esos recursos se acaban y la confianza se deteriora, y cuando se empiecen a hacer evidentes los estragos (calculo unos 3 años), será demasiado tarde para querer reaccionar y para muestra, ahí tenemos a Venezuela.
Hoy todos estamos muy contentitos de que a nombre de la austeridad, y anti-corrupción, el gobierno pase hasta por encima de nuestras libertades más escenciales como sería poder cargar libremente gasolina cuando y cuanto queramos. Me pregunto si también mañana, en nombre de la democracia estaremos muy contentos de que voten por nosotros para "protegerla". Creo que quien dude de que todo lo que está sucediendo ahorita no se está dando con el único fin de eternalizar el régimen en el poder, está equivocado. Ojalá el equivocado sea yo, de lo contrario creo que ya no estaremos tan contentos en unos 10 años y sólo quedará voltear a ver lo contentos que estábamos en 2019.
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